Resumen:
En la actualidad, el agua utilizada para el riego de cultivos del sistema Carrizal-Chone exhibe olores desagradables. Esto se ve agravado por vertidos de aguas residuales de actividades agropecuarias, factores que afectan tanto el sabor como el olor del agua, en fuentes superficiales o subterráneas. El objetivo del presente estudio fue evaluar los tratamientos fisicoquímicos para la reducción de olores del agua de riego del sistema en mención, utilizada en la finca La Pastora Sol de la ciudad de Tosagua-Manabí. La investigación fue de tipo experimental evaluada mediante los métodos inductivo-deductivo, bibliográfico y estadístico-descriptivo; su diseño bifactorial completamente al azar contó con 6 tratamientos con 3 repeticiones cada uno. Como técnicas principales se utilizaron la observación, el entrenamiento olfativo del panel para la correcta detección de olores en el agua y la aplicación de tratamientos fisicoquímicos que consistió en dosis bajas y altas de carbón vegetal, cal y cloro. Se obtuvo como resultado que la aplicación de cloro fue la mejor opción para la reducción de olores en el agua del sistema Carrizal-Chone. Se recomienda optimizar la dosificación de cloro conforme a las necesidades específicas del consumidor y a la naturaleza del problema que aqueja al recurso hídrico y difundir por medio de canales de comunicación las estrategias propuestas en esta investigación.
Descripción:
Currently, the water used for irrigating crops in the Carrizal-Chone system exhibits unpleasant odors. This is exacerbated by the discharge of wastewater from agricultural activities, which affects both the taste and odor of water in surface or groundwater sources. The objective of this study was to evaluate physicochemical treatments for reducing odors in the irrigation water of the mentioned system, used in La Pastora Sol farm in Tosagua-Manabí. The research was experimental, assessed through inductive-deductive, bibliographic, and statistical-descriptive methods. The completely randomized bifactorial design included 6 treatments with 3 replications each. The main techniques employed were observation, olfactory panel training for accurate odor detection in water, and applying physicochemical treatments involving low and high charcoal, lime, and chlorine doses. The results showed that chlorine application was the best option for reducing odors in the water of the Carrizal-Chone system. It is recommended to optimize chlorine dosage according to the specific needs of consumers and the nature of the problem affecting the water resource and to disseminate the proposed strategies in this research through communication channels.
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